España: ¿Qué es el tratamiento conservador para el prematuro? Guía completa para recuperar el control

El prematuro (o eyaculación precoz) es un problema que afecta a aproximadamente el 30% de los hombres españoles entre 18 y 45 años, según un estudio reciente del Instituto Nacional de Salud (INS). Aunque a menudo se asocia con vergüenza o ansiedad, no es una condición incurable. De hecho, el ​tratamiento conservador​ –que incluye terapias no invasivas, ajustes en el estilo de vida y técnicas conductuales– es una de las opciones más efectivas y accesibles. En este artículo, explicamos qué es el tratamiento conservador para el prematuro, cómo funciona y qué pasos puedes seguir para recuperar el control de tu vida sexual.

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¿Qué es el tratamiento conservador para el prematuro?

El tratamiento conservador se refiere a estrategias no quirúrgicas ni farmacológicas que buscan mejorar el control sobre la eyaculación a través de:

  • Técnicas conductuales: Para entrenar el cuerpo y la mente a retrasar la eyaculación.
  • Ajustes en el estilo de vida: Como mejorar la dieta, hacer ejercicio o reducir el estrés.
  • Terapias psicológicas: Para abordar ansiedades o creencias negativas relacionadas con el sexo.

A diferencia de los tratamientos médicos (como medicamentos o inyecciones), el enfoque conservador prioriza la naturalidad y la participación activa del paciente, lo que lo convierte en una opción segura y sostenible a largo plazo.

1. Técnicas conductuales: Entrenar el control

Las técnicas conductuales son la base del tratamiento conservador. Su objetivo es enseñarte a reconocer las señales del cuerpo antes de la eyaculación y a actuar para retrasarla. Las más efectivas son:

a. La técnica «detener-y-empezar» (Stop-Start)

  • ​**¿Cómo funciona?​**​ Durante el acto sexual, cuando sientas que la eyaculación está a punto de ocurrir (generalmente después de 30-60 segundos), detén el movimiento. Cambia de posición, habla con tu pareja o simplemente respira profundamente durante 20-30 segundos. Cuando el deseo de eyacular disminuya, reinicia el acto. Repite este proceso varias veces antes de llegar a la eyaculación.
  • ​**¿Por qué es efectiva?​**​ Esta técnica entrena al cerebro a «reconocer» las señales de alerta de la eyaculación y a ganar tiempo para controlar la reacción. Estudios del Hospital Clínico de Barcelona muestran que el 70% de los hombres mejoran su tiempo de eyaculación después de 8-12 semanas de práctica constante.

b. La técnica de «compresión» (Squeeze Technique)

  • ​**¿Cómo funciona?​**​ Si sientes que la eyaculación está inminente, aplica una leve presión con la mano en la base del pene (cerca del escroto) durante 10-15 segundos. Esto reduce la estimulación nerviosa y retrasa la eyaculación.
  • Consejo práctico:​​ Practica esta técnica durante el masturbatorio primero, para familiarizarte con la sensación antes de aplicarla en el acto sexual.

2. Ajustes en el estilo de vida: Fundamentos para el control

El estilo de vida tiene un impacto directo en la salud sexual. Aquí te compartimos los cambios clave que pueden ayudarte:

a. Dieta balanceada: Nutrientes para la libido y el control

  • Zinc y magnesio:​​ Esenciales para la producción de testosterona y el relaxamiento de los músculos pélvicos. Incluye en tu dieta frutos secos (almendras, nueces), mariscos (ostras, gambas) y verduras de hoja verde (espinacas, brócoli).
  • Antioxidantes:​​ Vitaminas C (cítricos) y E (gérmenes de trigo) protegen los vasos sanguíneos y mejoran la circulación, lo que favorece una erección más firme y un control más preciso.
  • Evita excesos:​​ Reduce el consumo de alcohol (que debilita el control) y azúcares refinados (que causan fluctuaciones de energía).

b. Ejercicio regular: Fortalece el cuerpo y reduce el estrés

  • Cardio:​​ Correr, nadar o andar en bicicleta mejora la circulación y libera endorfinas, que reducen el estrés. Un estudio de la Universidad de Madrid encontró que los hombres que hacen ejercicio aeróbico 3-4 veces por semana mejoran su tiempo de eyaculación en un 25%.
  • Yoga y estiramientos:​​ Posturas como el «cobra» (Bhujangasana) o el «niño» (Balasana) relajan los músculos pélvicos y disminuyen la tensión, lo que ayuda a controlar la eyaculación.

c. Manejo del estrés: Clave para la calma

El estrés crónico aumenta el nivel de cortisol (hormona del estrés), que acelera las reacciones físicas, incluida la eyaculación. Prueba técnicas como:

  • Respiración profunda:​​ Inhala por la nariz durante 4 segundos, retén el aire 7 segundos y exhala por la boca durante 8 segundos. Repite 5-10 veces al día.
  • Meditación guiada:​​ Apps como Headspace o Calm ofrecen sesiones de 10 minutos que ayudan a reducir la ansiedad.

3. Terapia psicológica: Abordar creencias y ansiedades

Muchas veces, el prematuro está ligado a creencias negativas («No soy suficiente») o a experiencias pasadas de fracaso. La terapia psicológica, especialmente la ​terapia cognitivo-conductual (TCC)​, puede ayudarte a:

  • Reconocer pensamientos disfuncionales:​​ Por ejemplo, «Si me apuro, mi pareja se decepcionará».
  • Reemplazarlos por creencias realistas:​​ Como «La duración del sexo no define mi valía; lo importante es la conexión con mi pareja».
  • Practicar técnicas de relajación:​​ Para reducir la ansiedad antes y durante el acto sexual.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si has intentado estas estrategias durante 3-6 meses sin mejorar, o si el prematuro está acompañado de otros síntomas (como dolor durante la eyaculación, erecciones débiles o disfunción eréctil), es importante consultar a un especialista. En España, los servicios de urología y sexología (disponibles en clínicas públicas y privadas) ofrecen:

  • Evaluaciones personalizadas.
  • Terapias combinadas (conductuales + medicamentos, si es necesario).
  • Seguimiento continuo para ajustar el plan según tus necesidades.

Conclusión

El tratamiento conservador para el prematuro no es una «cura mágica», pero sí una herramienta poderosa para recuperar el control de tu vida sexual. Con paciencia, práctica y los ajustes adecuados, puedes reducir significativamente el tiempo de eyaculación y mejorar la calidad de tus relaciones. Recuerda: el sexo no se trata solo de duración, sino de conexión y placer mutuo. ¡Empieza hoy con pequeños cambios –tu cuerpo y tu pareja lo agradecerán!